Pilotes, trancones y abandono urbano: las dudas sobre el metro de Bogotá

Recientemente, el senador Gustavo Bolívar publicó en su cuenta oficial de X una imagen relacionada con las obras del metro de Bogotá. Hasta ahí, todo parecía estar en orden. Sin embargo, la imagen reveló un detalle preocupante: una de las estaciones de TransMilenio muestra una gran columna, correspondiente a los pilotes que sostienen la infraestructura del metro, atravesando su interior, lo cual dificulta la movilidad de los usuarios.

Esto ha reabierto el debate sobre si la capital hubiera estado mejor con un metro subterráneo. Con cada avance en la construcción de este sistema de transporte masivo, Bogotá enfrenta más complicaciones: los trancones se intensifican en distintas zonas de la ciudad y algunas vías del metro están ubicadas peligrosamente cerca de viviendas residenciales.

Al comparar el proyecto con el metro elevado de Medellín, surgen tres preocupaciones clave que podrían anticipar una mala inversión para Bogotá. En la capital antioqueña, muchas zonas por donde pasa el metro se han convertido en focos de inseguridad, comercio informal, acumulación de basura y uso indebido del espacio público, como por ejemplo los pilotes usados como baños públicos.

Si este patrón se repite en Bogotá, podrían surgir problemas similares, especialmente considerando que el trazado del metro atraviesa zonas conocidas por su compleja situación social, como el Tercer Milenio, San Bernardo y Santa Fe. Existe la preocupación de que estos espacios bajo la infraestructura elevada se conviertan en refugios para habitantes de calle o sean usados como baños públicos, lo que agravaría aún más los problemas de seguridad e imagen urbana.

Esta situación parece dar la razón a quienes, como el presidente Gustavo Petro y el propio Bolívar, han criticado desde un principio el modelo elevado del metro. ¿Estamos ante una obra que terminará por afectar más de lo que beneficia?

Por su parte, la empresa “Metro de Bogotá” emitió un comunicado oficial en el que aclara que las estaciones de TransMilenio con columnas en su interior son una solución “temporal”, necesarias para facilitar la operación del sistema mientras avanza la construcción del metro. Según explican, estas estructuras buscan descongestionar el transporte público durante las obras.

No obstante, la ciudadanía se pregunta: ¿no habría sido más viable diseñar columnas tipo arco o instalar estos elementos solo en las estaciones finales, donde afectarían menos el flujo de pasajeros? Bogotá, una vez más, queda a la expectativa del desarrollo de este megaproyecto, con más dudas que certezas sobre su impacto a largo plazo.