Colombia: un paraíso para los abusadores sexuales
MENTEFUCK
Jeffrey Velasco Cardona
5/19/20252 min read


En Colombia, los abusadores sexuales no solo encuentran víctimas vulnerables, sino también un sistema que los ampara con su tibieza. Criminales sin escrúpulos, sin rostro ni conciencia, siguen violentando a mujeres, niños, niñas, personas LGBTIQ+ y otras minorías, mientras el Estado responde con códigos penales que parecen diseñados para proteger al agresor más que a la víctima.
Las leyes son claras, sí, pero ¿son justas? El Código Penal Colombiano contempla artículos que sancionan el abuso sexual:
Artículo 205 – Acceso carnal violento: pena de 12 a 20 años.
Artículo 206 – Actos sexuales violentos: 8 a 16 años.
Artículo 208 – Acceso carnal abusivo con menor de 14 años: 14 a 25 años.
Artículo 209 – Actos sexuales abusivos con menor de 14 años: 8 a 16 años.
¿En serio? ¿Esto es todo lo que el Estado tiene para ofrecer a las víctimas? Mientras tanto, los agresores cumplen condenas mínimas, gozan de beneficios judiciales y, muchas veces, reinciden. La cárcel, en muchos casos, se convierte en una breve pausa antes de volver a delinquir.
El reciente caso de Freddy Castellanos, acusado de abusar sexualmente de varios menores en un jardín infantil adscrito al ICBF en la localidad de San Cristóbal, sacudió a la comunidad. Este monstruo, como tantos otros, aprovechó una institución estatal para violentar a quienes apenas aprendían a hablar. ¿Y qué hará el Estado con él? ¿Unos años tras las rejas y luego libertad condicional?
Basta ya. Este país necesita justicia real, no paños de agua tibia. Las leyes colombianas son débiles, blandengues, y parecen escritas para defender al victimario. No se trata solo de castigar: se trata de proteger a los inocentes, de prevenir, de mandar un mensaje claro a todo aquel que piense que puede abusar y salir impune.
Es hora de abrir el debate sin miedo: ¿debe Colombia contemplar la cadena perpetua efectiva o incluso la pena de muerte para abusadores sexuales reincidentes o que cometan crímenes atroces contra menores? Porque si el Estado no tiene las herramientas ni la voluntad para protegernos, ¿entonces para qué existen las leyes?
Hoy es un niño en un jardín infantil. Mañana podrías ser tú, tu hermana, tu hijo, tu pareja. La impunidad no solo silencia: mata. Las autoridades deben despertar, y Colombia entera debe exigir una reforma legal profunda, valiente y sin contemplaciones. No podemos seguir protegiendo a quienes destruyen vidas.